¿Qué es la nutrición funcional?

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La nutrición funcional considera cada aspecto del individuo, como la salud, dieta y el estilo de vida para dar recomendaciones respecto a la alimentación. De esta manera, la medicina funcional es un sistema de acercamiento al cuidado de la salud, que toma como consideración la interrelación de cada parte del cuerpo. Con ello se busca encontrar una imagen general para restaurar la función fisiológica.

Con la nutrición funcional, los síntomas son vistos como pistas para diagnosticar los problemas de salud primarios, no importando si están relacionados a la dieta, enfermedad, efectos secundarios de medicamentos, factores del estilo de vida, exposición a toxinas, uso de antibióticos u otros factores.

Mientras que las prácticas médicas tradicionales tratan de suprimir los síntomas con medicación, la nutrición funcional los analiza para saber los problemas dentro del cuerpo al considerarlos dentro de un plan holístico integral de la salud.

Un especialista en nutrición funcional puede solicitar estudios sanguíneos para conocer si existen padecimientos (triglicéridos, hígado graso, entre otros), de esta forma puede realizar un plan alimenticio adecuado y recomendar suplementos alimenticios en caso de ser necesario para lograr los objetivos deseados.

Por estas razones, la nutrición funcional no es cuadrada, es una perspectiva holística adaptada a las necesidades de cada persona tomándolas como especificaciones para desencadenar la sanación desde el nivel celular.

Como iniciar con una nutrición funcional​
Contrario a la opinión popular, no hay una dieta o un régimen alimenticio que se denomine "funcional", en lugar de eso, se realiza un plan personalizado para atender un problema específico de salud.


Vitamina D

A pesar de ser una dieta personalizada, existen algunas premisas generales que aplican para todo aquél que quiera comer saludablemente. Los siguientes principios son las respuestas a cómo debería ser la nutrición funcional a un nivel personal.

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Los cuatro principios para seguir una dieta funcional son

1. Llénate de nutrientes esenciales. Los componentes de la comida que ingerimos son los bloques de construcción del cuerpo. Nutrientes como las vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, aminoácidos, probióticos, carbohidratos, entre otros, son vitales para mantener la salud.

2. Evita alimentos de origen dudoso. En el mundo de hoy es muy importante conocer qué es tu comida. Productos animales producidos industrialmente, GMO además de los pesticidas, llenan el sistema digestivo de sustancias que el ser humano no estaba expuesto desde hace 80 años. Los impactos a la salud pueden ser extremos. Tomar conciencia del origen de la comida, así podrás escoger fuentes de ingredientes donde estés seguro que los alimentos están libres de este tipo de sustancias.

3. Compra comidas de calidad. Al igual que utilizar gasolina premium en tu coche hace la diferencia sobre la respuesta positiva de tu auto, de igual manera los componentes en nuestra alimentación dictan que tan bien trabajará tu cuerpo.

4. Prioriza la salud intestinal.Hipócrates dijo que la salud comienza y termina en las entrañas, y comer los alimentos más nutritivos del mundo no es buena idea si tu sistema digestivo no lo puede procesar. 
 

Cerca del 80% del sistema inmune se localiza en las entrañas, y sin su correcto funcionamiento corres el riesgo de contraer infecciones, inflamación, enfermedades autoinmunes, y desbalances hormonales.
Cuidar de tu salud intestinal requiere consumir bacterias que son benéficas para la flora intestinal, de esta forma se previenen algunos síntomas que las bacterias dañinas provocan.

Fuente: https://vidafull.mx/blog